Antes de Navidades recibí un gran regalo. Un regalo de esos que no puedes comprar. Una profesora de un colegio de primaria de Menorca me contaba asombrada y entusiasmada que uno de sus alumnos le había pedido poder ver en clase el vídeo sobre la presentación del libro “Irun mi mundo al revés”, y que hablarán sobre la dislexia en clase.
Esta profesora había enviado el vídeo al grupo de padres para que tuvieran conocimiento. Y se había hablado en casa, lo que despertó la curiosidad de los niños, por saber más sobre esta dificultad del aprendizaje que podían tener sus compañeros o ellos mismos.
Lo que más les sorprendió fue que una persona adulta, con formación, tuviera dificultades para leer y escribir. ¿Cómo podía ser?
Quisieron ver los tres vídeos que había subido:
– Presentación del libro Irun mi mundo al revés.
– La dislexia no es cosa solo de niños.
– Por qué un disléxico no cuenta que lo es.
Al finalizar, los niños realizaron un motón de pregustas a la profesora. Realmente les despertaba mucha curiosidad que no todos pudiéramos aprender del mismo modo pero que los resultados de personas con dificultades del aprendizaje pudieran ser iguales o superiores a las del resto de compañeros sin ninguna dificultad de este tipo.
El libro todavía no había salido a la venta, estaría en las librerías en un par de días, los niños le pidieron también a la profesora que justo se lo hubiese comprado lo llevara a clase para ellos poderlo ver, ¡No daban crédito!, y quería seguir hablando sobre la dislexia.
La profesora creo que fue la primera persona que compró el libro. Al día siguiente cuando lo llevó a clase para enseñárselo a sus alumnos hubo mil cosas que les sorprendieron del libro y siguió abriendo su curiosidad por conocer más acerca de la dislexia, desde la normalización.
“La normalización de lo diferente hace que deje de serlo”
Ahora estos niños saben que pueden ser disléxicos o sus compañeros pero que no por ello podrán dejar de cumplir sus sueños. Y que sus capacidades no son menores que las del resto. Que son muchas las fortalezas de los disléxicos.
Mi enhorabuena a la profesora por el interés y la dedicación, porque hay muchas formas de enseñar.
Mil gracias a la maestra por compartir esta experiencia tan bonita conmigo y por su amistad.
Oooooh!!! Me encanta…fue toda una experiencia y una emoción poder compartir una iniciativa del todo especial y cercana. Mil gracias a ti por ofrecernos esta oportunidad a todos para conocer, para aprender y para seguir formándonos. Te deseamos lo mejor y que nunca dejes de luchar por tus sueños “friendly”!!
Me ha encantado este artículo. Un sol esta profesora, cuanta sensibilidad y empatía.
Seguramente vendrán much@s más “Mariajo” 🙂